Titular de El Mundo del día 21 de octubre de 2014, advirtiendo de la amenaza comunista |
Quizás
sea porque la ciudadanía vive
obnubilada por unos medios informativos que han logrado que los detalles
escabrosos de la corrupción se hayan convertido en el morbo de nuestros días, comprobamos
en cada suceso de la actualidad que muy pocas veces la atención se centra en lo
importante, de tal modo que en los debates a cualquier nivel se acaba
dialogando por lo superficial y no por lo que verdaderamente nos afecta.
El
acuerdo que permitió el cogobierno de PSOE e Izquierda Unida en Andalucía (y
que impedía al PP entrar en la comunidad andaluza por primera vez) tuvo desde
su inicio críticas desde todas las posiciones políticas. Desde la derecha, que
consideraba el pacto como un asalto a la mayoría lograda en las elecciones. Desde
los mismos “socios”, que nunca estuvieron cómodos y pasaron por momentos de vértigo
(recuerden la Corrala
Utopía ) para acabar tres años más tarde descubriendo
espantados que el pacto a punto de terminarse era “inestable”. Hasta le
llegaron feroces críticas desde sectores de la propia izquierda, quienes
llegaron a presagiar en el acuerdo un siniestro alineamiento de IU con los
recortes de la Troika
y con Merkel en persona.
También
hubo posiciones que, incluso siendo favorables a las actuaciones de IU en el
parlamento andaluz, criticaron el cogobierno porque consideraban que
perjudicaba a la imagen del partido, pues le igualaba en el imaginario popular
a los ahora conocidos como partidos del
régimen.
Desde
aquí no valoraremos las distintas posiciones realizadas desde los demás
partidos, ni valoraremos si este periodo perjudicó la imagen de IU-A, porque nos
confesamos faltos de los necesarios conocimientos de marketing, propaganda y
telegenia para ello, y porque, como hemos dicho al inicio, en ocasiones puede ocurrir que la
atención se centre en aspectos secundarios y se soslayan otros aspectos que
también consideramos importantes. Ya fuese promovido por la Troika , con tendencia a la
inestabilidad o dañino para la imagen, queremos preguntarnos ¿qué efecto
hubiera tenido en los andaluces el proyecto que proponía Izquierda Unida?
Y
nos interesa hacer un breve análisis de este proyecto por dos motivos:
1- para que los andaluces reconozcan las ideas que lanzó
IU-A cuando las vean reflejadas (o directamente fotocopiadas) en programas de
otros y nos las quieran vender como nuevas.
2- para que los andaluces, en el peor caso, no pierdan
la memoria de este proyecto si no vuelve a verse, en
Andalucía o en cualquier otra tierra, un conjunto de medidas sociales tan
ambicioso como el que propuso IU, ni siquiera (como nos tememos) en los programas de los que
parecen llevados en volandas a gobernarnos en el futuro inmediato.
La ley “antidesahucios”.
Por
primera vez en la Historia veíamos los españoles, negro sobre blanco y en un
boletín oficial, una ley que se preocupaba por los intereses de las personas y
no por los intereses de los bancos propietarios de viviendas.
Una
ley (Ley sobre la Función Social de la Vivienda) que frenaba el horror de los
desahucios y que sancionaba a las entidades que acaparasen viviendas vacías con
objeto de especular con ellas.
Esta
ley no venía a hacer otra cosa que refrendar el concepto de la vivienda como
derecho y no como mercancía. Suponemos que esta ley pionera es una de las zozobras
principales de esa supuesta inestabilidad que acabó con el pacto. No nos
extraña porque dado el revuelo que causó en su origen (no olvidemos las
acusaciones a la consejera Elena Cortés y que el PP no dudó en frenarla en
interminables procesos burocráticos) sin duda debía suponer un auténtico
torpedo en la línea de flotación de lo que resta de nuestra economía del
ladrillo y que tantos beneficios produjo a los bancos.
La Banca Pública.
El
otro gran tembleque que amenazaba con hacer rodar la estabilidad andaluza era
sin duda el proyecto de la Banca Pública. Nacida como ente de crédito, se
proyectaba como empresa pública de la Junta con capacidad de poseer ficha
bancaria y de gestionar fondos y ofrecer préstamos.
Como
sabemos muy bien por desgracia para nosotros, la banca privada –al igual que
cualquier empresa privada- tiene como objetivo primordial repartir beneficios entre sus propietarios y
accionistas, sea como sea e incluso aceptando un riesgo. Pues bien, esta ley
propuesta por IU tenía el propósito de desestabilizar nuestra economía
procurando el beneficio de pequeños y medianos empresarios. Para algunos esto
suponía dejarnos al borde del abismo.
Ley de Transparencia
Una
de las dos leyes que IU logró sacar adelante, llevaba a extremos más exigentes
de lo legislado hasta ahora en España la necesaria regeneración democrática de
administraciones, ayuntamientos, agencias, universidades, partidos, sindicatos
e incluso a la Iglesia católica.
En
este caso no hubo tantas trabas por parte del PSOE, dado que su tradición de
escándalos en nuestra comunidad les invitaba a ello. Se trataba con esta ley de
dar la mayor claridad posible al uso de las cuentas públicas, así como
perseguir con dureza a los cargos que hiciesen mal uso de los fondos, con
sanciones, despido e inhabilitación para ocupar cargos similares.
Ley Integral de Agricultura
Siendo
la agricultura un sector estratégico, consideró IU-Andalucía que era
fundamental detener la tendencia que llevaba a que la tierra continuara
concentrándose cada vez en menos manos y que además esas tierras permaneciesen
improductivas retenidas por bancos y entidades especuladoras, con riesgo de
convertirse en una burbuja similar a la de la vivienda.
Era
necesario favorecer el desarrollo rural, frenar el abandono de los jóvenes en
los campos y procurar que, como recomienda la FAO, un país sea capaz de
producir el 50% de los alimentos que consume.
Ley de Memoria Democrática
Cabe
plantearse si es ésta otra de las leyes que provocó el roce entre los socios,
puesto que era inevitable realizar odiosas comparaciones con lo legislado por
el PSOE en esta materia bajo el mandato de Zapatero.
La
ley andaluza superaba a la estatal sobre Memoria Histórica en amplios aspectos:
garantizaba el derecho de las víctimas de violaciones de los derechos humanos
durante el franquismo y los equiparaba a los tratados internacionales, incluía
los derechos de verdad, justicia y reparación, consideraba como víctimas
también a los maquis, a los niños robados y a las víctimas no sólo de la
dictadura sino de la transición, proponía añadir esta memoria en los proyectos
educativos de secundaria y bachillerato, anulaba sentencias como la de Blas Infante y obligaba
a la retirada de la variada simbología fascista de nuestras calles y monumentos.
Renta Básica
Una
de las pretensiones de IU desde 2009 a nivel nacional y que venía a querer
cubrir las necesidades básicas de los andaluces de manera gradual comenzando
por los que no tuviesen cobertura por desempleo ni dispongan de otros ingresos,
y posteriormente las personas cuyas rentas sean inferiores a la cuantía de la
renta básica.
Decreto-ley de mínimo vital de agua y energía
Para
combatir la llamada “pobreza energética”, IU consideró fundamental el acceso a
los mínimos de luz y agua para las personas condenadas a su carencia por la
crisis. En unos momentos en los que se dedican miles de millones a la banca,
resultaba indigno que las administraciones públicas actuasen con neutralidad
ante esos casos.
Otras normativas
El
pacto incluía en total 28 leyes y más de 200 medidas, entre las que cabe
destacar:
-
Ley de
participación ciudadana
-
Ley de
Transexualidad
-
Ley contra el
fraude fiscal y social
-
Ley sobre los
derechos de las personas con discapacidad
-
Ley de
reconocimiento y promoción profesional del profesorado
-
Ley de movilidad
sostenible
-
Ley de
sostenibilidad sanitaria
-
Ley de espacios
protegidos
-
Desarrollo de la Ley de igualdad y contra la
violencia de género
Este
es en grandes trazos el proyecto que se hubiera desarrollado en Andalucía de
haberse cumplido el pacto firmado en su momento.
Cabe
señalar que Izquierda Unida obtuvo sólo 12 diputados de los 109 que posee el
Parlamento Andaluz y que se enfrentó a los inconvenientes de depender
económicamente de unos presupuestos estatales manejados por un PP despechado
por habérsele arrebatado el goloso pastel del sur.
Desconocemos
si volveremos a tener la oportunidad de ver un conjunto de proyectos tan
ilusionantes en la realidad de un parlamento. Nosotros pondremos nuestro grano
de arena para colaborar a que se presente a las ya inminentes elecciones
andaluzas un proyecto aún mejor.